El 30 de agosto de 1974 comenzó la protección legal del Sitio Natural de Interés Nacional Hayedo de Montejo, junto con el Hayedo de Tejera Negra, en Cantalojas. Toca, como es lógico, aportar nuestras más entusiastas felicitaciones:

Al espacio propiamente dicho, que ha experimentado una notable mejoría desde prácticamente todos los puntos de vista. También a sus propietarios, los vecinos y vecinas de Montejo de la Sierra. Igual que a los habitantes de los otros cinco pueblos que componen la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, de la que el Hayedo es una de sus dos zonas núcleo junto con la Dehesa Boyal de Puebla de la Sierra. Sería injusto olvidarnos en los parabienes de todas aquellas personas y entidades que participaron en multitud de iniciativas de conservación asociadas al Hayedo y a la naturaleza serrana, entendiendo que conservación y desarrollo local sostenible son inseparables. Cómo no incluir a cuantas personas que, de forma individual o en grupos educativos, han disfrutado de sus rincones. De seguir, la lista de personas, instituciones y empresas felicitadas podría ser interminable.

Pero, en esta señalada fecha, podría haber quien se pregunte si 50 años son muchos o pocos, si no hemos hecho más que comenzar o el resultado ya es suficientemente satisfactorio. En un sentido muy estricto, estas cinco décadas constituyen el periodo en el que el Hayedo es un espacio natural protegido, pero si retrocedemos en el tiempo, este bosque ya lo estaba por su declaración en 1862 como Monte de Utilidad Pública (M.U.P. El Chaparral y La Solana). Yendo más atrás, una de las razones de su conservación ha sido su titularidad, desde 1460 de los vecinos de Montejo de la Sierra, que aprovecharon intensamente sus recursos naturales, pero a la vez los conservaron.

Si avanzamos en el tiempo desde ese 1974, sus 250 Has se incluyen en la Zona Especial de Conservación (ZEC) Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte, incluida en la europea Red Natura 2000. Es Zona Núcleo de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón e integrante del Bien serial Hayedos primarios y maduros de los Cárpatos y otras regiones de Europa, Patrimonio Natural de la Humanidad, dos figuras reconocidas por la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Y habrá quien, sin duda, se fije en los retos que enfrenta. Modernizar la figura de protección, profundizar en su conocimiento científico, ampliar su extensión o sobreponerse a los retos del cambio climático puede que sean los principales.